En busca de un nuevo televisor

 
17/09/2015
En busca de un nuevo televisor

La televisión ha cambiado en los últimos años. Es difícil aventurar lo que ocurrirá dentro de cinco o diez años, pero ¿hacía donde se dirige la industria?

Hace unos años, muy pocos en realidad, el televisor era el centro del ocio doméstico. Junto a él teníamos el reproductor de vídeo y algunas consolas de sobremesa. Ahora eso, al menos dependiendo del perfil y la edad del consumidor, ha cambiado. Estos cambios empezaron con los ordenadores portátiles y continuaron con los smartphones y las tablets. Con los primeros nos acostumbramos a consumir otro tipo de contenidos. Con los segundos, el hacerlo cuándo y dónde nos apeteciera.

No deja de ser irónico que esto suceda en un momento en el que los televisores han bajado sensiblemente de precio. Justo ahora que ofrecen contenidos inimaginables hace tan solo una década y con una calidad de imagen nunca vista hasta la fecha en el ámbito del hogar.

Esto no quiere decir que estemos ante el fin de una época. Sólo los agoreros pueden afirmarlo. Pero sí que es cierto que han cambiado algo los gustos del consumidor. Tenemos televisores de gran tamaño y reproductores capaces de reproducir películas en 4K. Home Cinema que emiten en Dolby Atmos. Y por otro lado, unos consumidores habituados a ver vídeos en baja calidad en móviles y tablets. Y no sólo eso, también se han acostumbrado a no pagar por los contenidos ¿Qué nos deparará el futuro?

La guerra de las Smart TV

Un punto más a tener en cuenta a la hora de adquirir un televisor es el tipo de plataforma que ofrece cada fabricante. Samsung tiene en sus Smart TV a Tizen, surgido de Linux, como sistema operativo. Por su parte Sony, se centra en su  Android TV, al igual que Philips. LG apuesta por webOS, con la intención de que también salte a otros electrodomésticos de la marca surcoreana. Y acabamos con Panasonic y su Firefox OS. Cada uno con aplicaciones específicas y únicas con las que pretenden atraer a aquellos usuarios que se han acostumbrado a acceder a internet para visionar contenidos diferentes a los que nos suelen presentar las grandes cadenas. El principal problema es que, por el momento, ningún fabricante apuesta por unificar plataformas y hacerlas compatibles de una forma similar a lo que hizo Android con los fabricantes de teléfonos móviles. Esto, junto a las limitaciones de catálogo por zonas y los problemas que ofrecen una gran parte de las plataformas, ha ayudado a que dispositivos como Chromecast o Apple TV aumenten su popularidad entre aquellos usuarios que buscan en sus televisores un plus en el contenido.

Según nos venden los fabricantes, los televisores curvos ofrecen una experiencia más envolvente, mayor sensación de profundidad  y una reducción de reflejos. Como usuarios, estas sensaciones son relativas y tampoco suponen un aliciente a la hora de adquirir un nuevo modelo. Pero por otro lado, la bajada de precios y el aumento de modelos disponibles lo convierten en una opción más a la hora de comprar. La decisión, como siempre, está en manos del comprador ¿Quieres colgarla en la pared? En ese caso valora adquirir una pantalla plana.

 

Fuente: http://www.electromarket.com